lunes, 30 de abril de 2012

Lugares con cosas

Lugares bellos, con cosas bellas, por ahí tiradas, por ahí dejadas.

















jueves, 26 de abril de 2012

Patología: vivir en estado de cuquez.

Mi pollo siempre me dice que vivo en estado de permanente cuquez.

















He estado pensando... Sí, padezco de eso y creo que está bien, me gusta. Con los años empeoro o quizá mejoro, según se mire.
Este estado de cuquez viene a referirse a que me gusta adquirir y hacer cosas  que vulgarmente definimos como "cucas". También forzar ambientes y situaciones para que así lo sean.

Sé que muchos de vosotros también padecéis de eso, lo veo en vuestros blogs. No se puede ocultar.
Cada uno es cuco a su manera. En mi caso soy cucafriki. Ambas cosas, puede ser. Eso en el caso de que haya que ponerle un nombre.
Afortunadamente no soy de las cucas que toman té y cupcackes todo el día. En nuestra despensa como mucho hay cacao, leche y magdalenas pá mojar. Me gusta que sea así, más campechano, no tan internacional, no tan bello, no tan cuco. No tengo nada en contra de esas finuras, pero donde estén unas buenas galletas machacás en leche... (¡qué mezcla más rica! de pequeña creía que me daban de desayunar cemento, pero eso es otra historia).

También me parece un acierto no conciliar con lo nuevo, utilizar cosas ajadas, aplaudir el paso del tiempo en las posesiones, reutilizar, rebuscar, mezclar…
Eso me lleva a reflexionar en el desasosiego que se apodera de mí cuando entro en los pisos wengé de mis amigos y no sé si me encuentro en casa de unos o de otros. ¿Son todas iguales y rectilíneas? De verdad, no sé si os pasa a vosotros, los cucos, pero a mí me pasa que cuando hago tours por las casas de la gente de nuestra edad creo que he entrado en un bucle espacio temporal muy raro y que no sé si estoy aquí o allá.
Por ejemplo, una vez fui a visitar a otra ciudad a una amiga, me enseñó su nuevo piso y me dio un cacharrazo en la cabeza de esos de dejavú extraños porque sentía que ya había estado allí, en concreto en otros tres lugares; los pisos de otras tres parejas de amigos que recientemente también habían amueblado y estrenado hogar. Pensé en las siete horas de viaje que acabábamos de echar y cómo en un minuto (después del cacharrazo ese que os hablo que me dio) pensé que había vuelto a Granada. Madre mía, qué raro. A lo mejor todo esto tiene poquillo que ver con la cuquez, me he ido por los cerros de Úbeda, pero ya queda dicho. Eso pasa por reflexionar a lo tragalopavo.

Dejando a un lado los ejemplos de la descuquez según mis pensamientos…he sacado (y desvariado) todo este tema porque ayer acumulamos unas cuantas cosas cucas y se me ha ocurrido juntarlas con otras tantas cosas cucas (la mayoría inútiles, eso sí). Gran parte rescatadas, víctimas de la descuquez (por querer desprenderse de ellas), otras regaladas con mucho acierto.




















Concluyo esta chorra-reflexión dándome cuenta que no me gusta decir que algo es cuco, pero admito que es muy socorrido.
Pd: otro día enseño el gato del libro al detalle, un mecanismo que hemos pensado para multiplicar el espacio de la caja de latón y las horquillas preciosas de cardamomo.

viernes, 20 de abril de 2012

Gato compañero

Como aconsejó la amiga Camino, a la vecina le va bien un gato compañero de cuatro patas.
Le he echado un ojo a un libro de una colección de manualidades que tenemos desde vaya usted a saber, "Hagámoslo todo con fieltro" se titula.
Justo hay un gatillo interesante y lo voy a hacer porque nunca he puesto en práctica nada de estos libros y hete aquí la oportunidad. No voy a seguir el ejemplo con fieltro, será con algo de tela, aprovechando una sobra del recorte del vestido. Así van a juego ¿no?.


sábado, 14 de abril de 2012

Toc-Town

Un pueblo de fiesta.














Me gustó el cartel de hierro forjado de la chocolaterie de chocolat (la película) y he pensado reproducirlo de alguna manera.
La geometría es mi punto flaco y en este garabato me he retado.

lunes, 9 de abril de 2012

Melenusco y fin

Este último paso ya era echarle paciencia y organización. Paciencia con el manejo de la cola (bueno es volver a recurrir al paréntesis para justificar que no hay mala intención en la frase) y organización con la disposición de un rulo para acá y el otro para allá para redondear la melena.

















Ha habido sesión de peluquería, por hacer un rato el canelo principalmente, pero después he pensado que echarle un par de flusflís de laca iba a ser buena idea para fijar mejor la lana y que no se "espeleche" demasiado con los roces. Ha funcionado.


















Como buena vecina en su momento de andar por casa que se echa cualquier cosa en el bolsillo, está apañao el detalle de añadirle un par de miniaturas que había por ahí guardadas. Esos detalles son un pequeño colador y unas tijeras. También he aprovechado lo gracioso que es el mini-tubo pegamento que venía con las pestañas.

















Ha resultado muy agradable poder relatar y dejar constancia del paso a paso de esta manera, obligandome a tomar con calma las aficiones. ¿A lo mejor ha sido un poco pesado ver a la vecina tan seguido?

domingo, 8 de abril de 2012

De carne y hueso

Ayer por la tarde, delante nuestro en una hamaca de abre y cierra, esperando que pasaran algunas procesiones, había una señora muy dispuesta de buena melena permanentada y hermosos ojos pintados que me hizo pensar que podría ser la vivica representación de la vecina. La señora estaba muy compulgía al paso del paso (valga la rebuznancia). "ay señor, que no puede ser...que ya nos has dejao otra vez" (¿pero señora, usted no se sabe el final? ¿Pa qué se pega usted el mal rato?).
Pues eso, fue representarla en la realidad y tomar muchas ganas de darle una buena avanzadilla a la vecina.
Han quedado cosidas las partes frontales.

















Los botones casi siempre me suponen incidente. No falla, cuchi usted. Algún día querré el dedo gordo calloso, quemaré y pincharé como hacen las buenas costureras. De momento habrá que sangrar y chupar. Mientras tanto, que sea como un rito espiritual de alianza con el personaje.

















Cosida enfrentando del revés. Dada la vuelta (sin tijeras de punta, recordad) planchada y requeteplanchada. Y tan requetepanchada, que le he quemao las pestañas y se han quedao un poco ondulaicas, jaja, Pero quedan bellas.

Rellenar sin olvidar colocar bien las piernecillas. Yo lo he olvidao y las patitas de pollo han quedado bastante ladeadas, pero pienso que resultan graciosas. Ahora veis.


































Bueno, se quedará así hasta mañana. Con algo de silicona iré conformando el melenón rulo por rulo.
Le he pillao algunos con alfileres para hacerme una idea de cuál será el resultado cuando se los ponga.


¡Hasta mañana!

sábado, 7 de abril de 2012

Alfileres

Zangana, zanganísima. La verdad, es pollardeo esta entrada, porque hoy no he avanzado ná de ná. He dejado todo ordenado y la vecina medio formadica para meterle mano mañana (lease con las mejores intenciones). Quedo dubitativa respecto a los botones. La mayoría de los que se ven ahí forrados, tan llamativos y bonitos, son una remesa que me mandó decrispi. De todos esos seguro que usaré un par o tres de los pequeños. Alegrarán lo serio de las motas marrones de lo que será su vestido o delantal.

















A este paso, la vecina no llega cantarle el "aaaajjjjjaaaaiiiii" al cristo a su paso por el balcón. Me aplicaré.

viernes, 6 de abril de 2012

La vecina toma cuerpo

Ya están reconcentrados los materiales. Recortados y planchados.
Ha sido muy sencillo dar forma a la vecina, porque realmente creo que toda la magia reside en los rulos y lo hermosas que son las sábanas.

















Me ha dado pena cortar, pero de estar guardadas tantos años en el pueblo resulta que tenían unos lamparones que decían:"Tirame o meteme la tijera ya, muchacha". También algunos agujeros polilleros y un olor extraño (pero no desagradable) .

















Ajá, la vecina ya está dibujada y casi recortada. Resulta que queda de esta manera:

















La base pequeña, los costados inclinados y el arco superior que une esos tres puntos son un molde muy fácil para dar forma a un personaje. Os animo a probar. Antes los hacía rectangulares, pero me parece que con esa forma queda una proporción más bonita (cabezones).
La nariz asemeja el pétalo puntiagudo de una flor.
Ahora toca hilvanar y coser las piezas delanteras.
Me ha gustado mucho la idea de la amiga Camino. Un gato con rulos pá la vecina sería perfecto. ¡Gracias!
¡Hale, a por ello!

jueves, 5 de abril de 2012

La vecina del quinto pasico a pasico

Tengo intención de sacar provecho a unas cuantas cosas que tenemos guardadas. La idea es hacer una muñeca con ellas.
Unas sábanas viejas y unos cuantos rulos son los protagonistas almacenados a los que principalmente queremos dar uso. Entonces la muñeca va a ser una señora de melena enrulada. Una typical vecina del quinto. Esa que se asoma a su balcón lleno de pilistras para gritar al butanero que le suba una y se la meta (la bombona).
Tengo ganas de hacerlo a marchas cortas (normalmente lo hago con ansia de terminarlo en el día). Será con paciencia y dejando constancia de cada avance. Un proyectillo para ocupar algunos minutos de este fin de semana.

























Lo primero ha sido cortar los rulos por la mitad para ajustarlos al tamaño de la cabeza de la vecina del quinto. Enrollar algo de lana peluda a todos ellos. Han salido veintidós; supongo que habrá suficientes para el tamaño que tengo pensado (todo a ojo porque todavía no está dibujada, ya irá saliendo todo según ideas previas).
Alfonsito ha sido el cabeza de turco (nunca mejor dicho) para hacer la prueba del efecto de melena.

















¡Hasta el siguiente paso!